16.12.08

el verano que tarda en llegar

Hace un año ya que pasaste al rincòn de la sombra. Y te hiciste reflejo de sol en la espalda. Quema un poco nomàs, sobre todo por la noche.

Cuando las burbujas parece que a todos les suben de abajo para arriba, cuando la sidra pasa a ser champàn algunas voces desde los àrboles me dicen "Goma, el sida nos afecta a todos".
Y yo, en un ataque de catolicismo y religiosidad (soy muy religioso, realmente) pienso que todos estàn perdidos y putrefactos por la gula, la lujuria y la envidia.

Yo vengo pinchando burbujas como si de la nada se hiciera algo, probando si hay tolerancia en esta cultura con la vegetaciòn de uno o dos apòstoles.

La ecologìa de tus pasos, cada miguita que dejaste caer o que mandàs en sueños cada tanto, cuando venìs volando a soñarte en mi cama y te vas de nuevo porque hay mejores y peores pero siempre hay toneladas de amor para erradicar de la faz de la tierra.

El verano no es para bollos, el verano es para usar los instrumentos que nuestro Bendito nos dejò de regalo en la sala de parto, en el botiquìn de las pascuas y en el mismo dìa que las ratas dejaron de ser amables.

Y un verano te hiciste sombra y el verano que viene siguiendo me toca a mi.
Soy mi sombra tambièn, no todo es por ti, no sos importante.

Soy mi sombra y sos mi sombra.
O es que acaso somos la sombra de algo que no fue y quien sabe que pudo haber sido.