23.12.08

Querido Papà Noel:

Tendrìas que tener en cuenta el esfuerzo realizado este año. Invertimos en dos discos del carajo, importantes para nosotros: uno para salir a combatir el crimen por las noches (el Volumen I de Los niños y los locos) y otro para fumar la pipa en el prado que tenemos atràs, pasando el oràculo y el aljibe (Semana Santa, de El Pastor & y La Joven Guarrior).
Todos los impuestos que subimos y los huevazos de los padres de nuestros gomitas valieron la pena, aùn cuando las vacaciones estèn en la cuerda floja y no sabemos a ciencia cierta si podremos seguir manteniendo nuestro edificio antiguo el año entrante.
Aùn cuando el impuestazo nos hizo ganar la puta antipatìa del pueblo tenemos la tranquilidad de haber reinvertido el dinero en nobles causas.
Arte, mùsica y discursos radiofònicos.

Quiero un regalo importante por eso.

Quiero una mujer hermosa hasta la mèdula, que tenga estilo y que no le importe gustarle al conjunto de la platea masculina. Que sea mucho màs inteligente que yo.
Que represente un verdadero desafìo.

Este año fue un año cacerolero.

A los caceroleros y a todos aquellos que andan comprando noticias en Estados Unidos, a aquellos a los que la historia juzgarà, a todos los que defendieron su quincho y a los nuevos menemistas ya les trajo un regalo Dios.

A uno le bajò un aviòn. A otros les mandò la sequìa. A otros les mandò todos los gremios de izquierda, derecha, centro y bajonivel (incluso los hippies han arrojado bombas de pintura). A otro no le mandò nada porque la verdad, no existe.

A los caceroleros de ayer les trajo la dura mochila de ser un cacerolero. Con lo que eso implica.
Un cacerolero es un tira piedra por naturaleza.
A mi no me van a seducir con romanticismos anticuados porque la verdad, ser carne de cañòn de Duhalde o de los grandes millonarios del interior es una mierda y es casi la misma mierda.

Tirar piedras es parte de la ceguera.
Es parte de no comprender en su totalidad la magnitud del gran conflicto social que atravesamos desde siempre.
La pobreza y la violencia, la marginaciòn, el paco y la cantidad de pibes que viven la calle como su propia casa, que juegan a los tiros en el subte y ya nos parece una cosa de lo màs normal.

No necesitamos cambiar los pilotos. Necesitamos educaciòn y cultura.
Para combatir el hambre no hacen falta màs sìmbolos, ni marchas. Necesitamos hacer el pan, amazarlo y salir a repartirlo.

Al conjunto de los argentinos traenos a Maradona frìo y calculador, traenos un Diego conductor del pais. Es lo que necesita el colapso del sistema financiero mundial.
Esperanza y distracciòn.
A la crisis dejala en los diarios de ayer y mañana. Total ya sabemos como son las noticias: se vencen como la leche. Ràpido, sobre todo las que sòlo buscan hacer ruido en la paranoia social.

Una copa para Momia, otro disco del Indio, salud para Charly, entereza estomacal y amor para ablandar el corazòn.

Queria que recuerdes conmigo aquel dìa de un año remoto en el que, mientras te esperaba en un balcòn del centro (listo para ver a los renos llegar imponentes desde las alturas) me confesaron algo que ya me habìa soplado algùn viento del primario.

Que eras una deidad inventada por la cultura.
Como Patricio Rey.