18.9.08

kamikaze

Refrescando con mis dedos la guitarra, ayudado por la internet, volvì a buzear por el màgico mundo de Luis Alberto.
Una de las primeras cosas que aprendì a tocar fueron las canciones de Luis. Especialmente algunas que transcurren el perìodo Pescado Rabioso-Invisible, en un bonito y pequeño cancionero Ricordi.

En esas èpocas, sin tener la nociòn de armonìa que tengo hoy dìa, pensaba que lo de Spinetta era increible por lo intrincado y exòtico de sus armonìas. Por la manera indescifrable de encadenar esos tonos de mil nombres, por las melodìas que garabateaban al compàs de estos movimientos.
Nunca me interesò demasiado su lìrica.

En algùn punto siempre sentì a Luisito como si fuera un yanqui al que no me preocupa entender.
Aunque no estoy del todo seguro.

Aquello de "los indìgenas preparan otro rayo làser" siempre me encantò.
O "en el nuevo dìa del ocaso, las nubes vienen trayendo mensajes de puerta a puerta".

Al revisar piezas como "Aguila de trueno (parte I)" (esa de "habràn mandado a pedirle a Gabriel...que se funda con su cuerpo...que responda por nosotros")o "El mundo entre las manos" o "La Bengala Perdida" (fantàstica premoniciòn cromañòn) descubrì que las armonias que utiliza son perfectas.
Son perfectas desde el punto de vista funcional. Desde lo que a un acadèmico le parecerìa formalmente correcto.

Tienen esa perfecciòn que engaña al oìdo.
Los tipos que manejan bien las nociones armònicas logran encadenar acordes sin misterios, logrando que el oìdo no descubra esas maquetas con las que la gente aprende. O administrando estas situaciones: por momentos no entendes nada hasta que -pum- te tira un segundo-quinto-primero que te trae de nuevo al mundo de los vivos.

Lo paradigmàtico de la cuestiòn es que el tipo es absolutamente autodidacta.
Maneja estas nociones ultra academisistas sin saber un carajo de què se trata.

Es pura sensibilidad y talento.

Charly Garcìa, para comparar bien a lo argentino, es un tipo de un talento inigualable que siempre estuvo màs a la vanguardia de lo que venìa de la usina primer mundista.

O sea, uno vè en Charly un reflejo de las distintas èpocas.
Ves años de rock progresivo, ves La màquina, ves a Prince, ves Clics Modernos. Y asì.
Hasta el dìa de hoy: el rock como circo capitalista.

Spinetta es un tipo que siempre viviò colgado de un àrbol. Y su obra està colgada de un àrbol.
Las èpocas siempre lo tocaron, siempre lo influyeron los avances tecnològicos y las corrientes estèticas que venìan de afuera (Spinetta tiene pocos lazos con la mùsica popular nuestra)pero èl siempre se mantuvo fiel a sus mambos de porro, a sus lecturas new age y a su burguesìa.

A veces, en los recitales, dan ganas de tirarle un ladrillo.
De decirle "dale papà, tocate una para la gente...entretenenos...hacete cargo de que hay cosas que no divierteeeen".

Pero es imposible encontrar irresponsabilidad en su postura como artista.
Entonces a someterse.

Sus discos de Peluson para acà me aburren, me gusta algun que otro tema pero en general extraño al Spinetta de antes.
Sin embargo no puedo decir nada. Suenan perfecto, tienen un laburo impecable en todo sentido, son bien distintos entre sì, en fin. Son serios.

Algunos zurdos tristes suelen achacarle a Luisito que jamàs se plantò polìticamente.
A esa gente le parece bien que Leon Gieco haya apoyado a Filmus.

Y sobre Charly no dicen nada. Porque, bueno, Charly es Charly.

En mi concepciòn del arte y de su rol social no cabe la idea de que hablar de polìtica es gritar que se vayan todos o el àngel de la bicicleta o los amigos del barrio pueden desaparecer.
La polìtica es, en todo caso, un objeto de la pràctica artìstica. No un objetivo.

Mi concepciòn es que el arte es un medio de comunicaciòn.
Es uno màs dentro del aparato conformado por los diarios y las radios, por las empresas de publicidad, por los partidos polìticos y por las empresas que hacen campañas en la vìa pùblica.

Yo pido que los artistas se ocupen del arte. Que Leon Gieco no manipule a sus oyentes, que no los subestime prestandose para una campaña polìtica, como si fueran unos cabeza de balde que van a ir a votar al que èl diga.

Que el arte se ocupe de la polìtica en esferas superiores a la de la simple y barata politica.
Esferas superiores que trasciendan la època.
Poesìa antes que noticias.

Y no me hacen falta los cisnes de Spinetta para eso.
Con los me dejaste el florero de Calamaro cubro ese cupo.

La poesìa no es una complicaciòn tras otra. No señor, no señora.

A la polìtica no hay que darle de comer màs.
Para eso estàn todos los periodistas haciendo morisquetas y vendiendo su culo.
Construyendo una realidad paralela con los mismos materiales que hay en la vida real.

Amigos, necesitamos una cultura que construya una realidad paralela, pero paralela de verdad.
Que busque la reminisencia y que no la busque tambièn.

La historia del arte latinoamericano nos lo va a agradecer.

La polìtica mejorarìa como actividad si le quitaramos espacio en los medios, si estos tipos dejaran de ser famosos, si dejaramos de leer ciegamente a mercenarios manipuladores.

Luis Alberto es, en ese sentido, un artista moderno.
No necesita abrir los diarios para hacer un par de temas que calen hondo en el corazòn popular.

Ok, ha habido muertos mientras èl hablaba del Capitan Beto. Mientras buscaba Jazz Rock.

Pero son los mismos muertos de Gieco y Charly, de Piero y La Marcha de la Bronca.

El arte no salva vidas. No hace puentes.
Apenas entretiene un rato, con suerte hace pensar.
Erosiona lentamente la piedra de la moral.

¿Quien resistirà cuando el arte ataque?

No sè, hoy creo que Kamikaze es tan bueno como Artaud.
Y que Almendra es muy groso.