11.8.08

Warner Alberguer

El Albergue Warnes sigue teniendo ese hormigòn amarillo. Es lo que creo. El humo nunca cayò en esa zona.
Se levantò, tirò una estela como de Yabràn y se engrampò como la Atlàntida Submarina se engrampò en el imaginario colectivo.

Sigue sosteniendo dìa a dìa la esperanza de todos los vecinos del lìmite Paternal-Ortuzar.
Porque si estàs cerca de Agronomìa estàs cerca de Ortuzar.

Para los porteños melancòlicos y rebeldes, tal vez esos mismos que siguen discutiendo si Piazzola es o no es Tango, los ecosistemas barriales no varìan.

Yerbal siempre serà un tùnel: tenga o no tenga puente, pases o no a Avellaneda.

En lìneas generales, y esto lo han tratado tipos tan diversos como J.L Borges y Alvarez Gomez, hay una angustia crucial en el punto X donde los recuerdos se materializan o no.

Crucial para que el hombre se angustie y prosiga.
Haga.
Intente algùn desarrollo.
Piense.

Con las minas es casi lo mismo: alcanza un lugar comùn para volver a husmear esa paleta bronquial. Alcanza una menciòn de un nombre para oìr una melodìa Romàntica, un Mc Donal`s para pedir nuestro combo favorito.

Apilamos en la memoria como apilamos en los estantes. Peldaño a peldaño.
Apilamos como se apila la gente en los edificios.

¡Còmo los apilaba el Albergue!

1 comment:

Jardinera said...

hola goma tanto tiempo.