18.11.11

el estallido

Lo que está pasando alrededor del globo es un tema nacional. Y no hay ni habrá cajadegomista alguno que vaya a esconder la cabeza.
Mucho menos cuando venimos alertando al mundo y a sus indignados del inminente estallido social que se avecina en el mundo occidental.

Porque a los indignados de Asia el mundo los aplaudió y hasta les dieron un par de manos para matar al amigo del Diego.

No queda otra que ponerse serios.
Ayer vino el viceministro del cancillerato de vaya a saber qué mierda del gobierno de Israel y dijo, muy preocupado también, @guarda que se viene la guerra con Irán, tienen bocha de bombas.

Mentira, no lo twitió. Lo dijo en una interview.

Sorprende. Los Asiaticos se juntaron por Facebook y Obama aplaudió el poder de las Redes Sociales, porque ademas de ponerla y chusmear, también podés organizarte.
Organizarte para salvaguardar la democracia, para impedir a los tiranos perpetuarse en el poder, porque son corruptos y vanidosos.
En cambio Londres tuvo que intervenir tanto la susodicha red social como estos celulares que te permiten estar en todos lados a la vez. Moda de las modas.

Entonces cambió el gobierno de Egipto, de Libia, se cargaron a Saddam y a Binni Bin Laden.
Y seguro que Barone se enojaría, pero no tengo chequeada otra volteada en la memoria.
Y en Europa y Estados Unidos reverdece el neoliberalismo más incomprensible.
Reverdece el Dios del Oro. Y ajusta sus cinturones.

Me pregunto si los jóvenes del primer mundo tendrán el suficiente rencor con sus policias como para enfrentarlos.
Imaginen que un jóven argentino o chileno tiene suficientes motivos en su historial personal y comunitario como para entender que en líneas generales cuando las fuerzas de seguridad salen a pegarle a la gente es porque algo de lo que pasa no tiene retorno.

Anoche soñé que el estallido yanqui será tan violento y extremo como todo lo que hacen ellos. No pude olvidar que cuando no les gustó su presidente lo mataron.
Y listo. Como Allende. Como Kadafhi.

Imposible no recordar nuestros intensos 90's. Imposible no entenderlo todo.
En Caja de Goma siempre fuimos atentos a la moda.
No hay moda más antigua que la demonización de Menem.
Ya lleva 20 años pagando los platos rotos del mundo entero.

Viendo al mundo y en este preciso momento creo que la intensidad de Carlos para vivir y expermientar sensaciones nuevas hizo que todo el proceso neoliberal se lleve a cabo de una, exprimiendo hasta la última gota de lo bueno y de lo malo, destruyendolo todo, para qué no sea una ilusión, para que sea directamente un mal viaje.
Una hecatombre social concreta.
No una hecatombe prologanda.

El otro día me preguntaba si valía la pena vivir mucho y triste o poco y feliz.
En Caja de Goma peleamos día a día por aceptar nuestro patrimonio cultural, nuestra ideosincracia argentina.

Y cómo olvidar las palabras de Pappo, quién dice a sus amigos "cuál ha sido el presidente que hizo retornar la fórmula 1 y con cual vinieron los Rolling Stones".
Los Kuriaky grabaron un disco con Bootsie Collins. Leyenda viva del funk, bajista del Maradona de los Negros.
Es como ir a entrenar con Foreman.
Calamaro grabó con Steve Jordan y con ¡Mark Ribott!

Charly lo quería porque entendió que ser poderoso en este país es para algunos elegidos. Y además porque se puso a llorar cuando le cantó la de los dinosaurios.
Magnetto, por ejemplo, tranquilamente podría ser masón.

En fin, en esa Ferrari que anduvo a todo trapo esos diez años, el laboratorio neoliberal nos ahorró por lo menos 30 años de crisis.
Y muchos que lo puteaban y lo puteaban le gritaban con católico esplendor.
¿Qué?
-Corrupto-.

Como siempre, la tilingueada del negro corrupto.
Pergolini, Fontevecchia, Lanata, todos.

Por eso, quisiera aprovechar esta oportunidad para decir a todos los niños y las niñas y los ya maduros. A todos, a los radicales y a los que ahora son de Binner pero ayer eran de Pino y anteayer de Pina Bausch y mañana de Ciro de Los Piojos y de Ivan Noble y el púber de Calle 13, a todos los que dicen que este movimiento nacional y popular que defendemos es lo mismo que el menemismo.

Están logrando confundir a los jóvenes.
Y los jóvenes no van a odiar a Cris porque odian a Carlos.
No querido, los jóvenes vamos a empezar a querer a Carlos, tanto como queremos a Cris.