31.10.11

diez velas

La noche se viste de princesa y sale a esperar su reinado. Ya pronto vendràn, cariño mio, las noches de boulevard, para pasear con ropa còmoda, para sentir el verde esperanzador del rocìo que cae como una lona sobre el polvo de ladrillo.

Aquì hay un micròfono y un teclado.
Estamos al aire.
Estamos vivos.

Un barrabrava le pego a Jonathan y hoy no jugò San Lorenzo.
Me pregunto si este muchacho se pensarà que pegandole una trompada a cada jugador va a lograr que San Lorenzo no descienda.
Porque todos los asesores de Caja de Goma estàn de acuerdo en que no hay ninguna duda que se estàn acelerando los plazos, y que no hubo tiempo para la decadencia, pasamos de la nada a la nada y estamos donde nos hicimos grandes, combatiendo las miserias y los infortunios de la vida deportiva.

El fùtbol parece un desierto.
Antes, luego de los duros años 90, deciamos que el fùtbol era apenas una expresiòn màs
de la paràlisis social generalizada que “habìa dando vueltas por aquì”.
Uno tiene ojos y parece que desde este desierto podemos ver, a la izquierda y a la derecha, al este y al oeste, parajes donde los niños corren felices y las madres dejan las puertas sin cerraduras y a todos les llega la televisiòn y es magnìfico, alucinante.
Produce envidia.

Se nos cayeron las patillas y mientras Pergolini se hacìa famoso diciendo que todos los polìticos son corruptos y no sòlo famoso, sino millonario.
Hay quien dice que para poder cagarse en el dinero hay que tenerlo.

Hoy en La Boca habìa dos barrabravas.
Estaba la de Di Zeo y la de Mauro.

Se viene una guerra cruda, sangrienta y larga.
Salgan campeones muchachos, porque lo que viene puede ser grande y los puede dejar donde esta River o miranos a nosotros, mirate San Lorenzo, mirate sangrando de nuevo.
Parece mentira que los milicos te sacaron la cancha y te fuiste a la B.
Mirà si te la devuelven y estàs en la B.

El otro dìa le dieron perpetua a Astiz.

Se derrumban estructuras de poder antiguas y el agua corre de nuevo.
Donde habìa dengue ahora hay pecesitos de colores kirchneristas.
Uno fluo y otro verde, color esperanza.

Dejeme pedirle, Santa Madre del Progreso Organizado.
Dejeme decirle algo, como militante de tu dinastìa.
Dejeme pedirselo ahora, ahora que los tenemos a todos dormidos, medio muertos, ellos tambièn escucharon tu consejo, ellos entendieron que se tienen que organizar, ahora, ahora que el amor de tu pueblo te cura las heridas, muy de a poco, muy entre vos y todo.

Es momento de intervenir la AFA.

Es momento de escuchar el consejo del Diego.
El Diego, como todos, como el Mudo, como vos, como yo, tiene sus defectos.
Pero sabe lo que dice.

Estos reyes nos estan llevando a la decadencia mafiosa y criminal.
El deporte es horrible, la belleza terminò como en el resto del mundo: corriendo la coneja, persiguiendo un resultado, un billete, un sueldo.
Los jugadores no quieren la gloria, son unos pobres tipos atrapados en un circo de hombes desesperados, puteandolos, gritandoles, tirandoles cosas, diciendoles cornudo esto y cornudo lo otro.

Y los muchachos en las tribunas son capaces de dar la vida por esta movida.

Aquel que diga que el problema de los polìticos es su ambiciòn de poder se va a la B en cualquier cafè.
El hombre padece de su ambiciòn de poder.

La diferencia, siempre la diferencia, la hacen aquellos que miran la historia, como un reflejo de algo que hay que levantar. Como un dialogo que siempre debe ser sostenido.
Con los hechos.

Las palabras no son lo importante.
Lo importante es lo que evocan.
Gracias Pina por la frase.

Y el fùtbol està como està porque a nadie le importan los muertos del fùtbol. Se fueron muriendo y mueriendo, de River, de Huracàn, de todos los equipos que te imagines.
Y ni siquiera se dan cuenta los que hablan de patotas. Los que lloran a sus niños muertos.
No se dan cuenta porque si fueran màs a la cancha, se darìan cuenta que para desentrañar una organizaciòn tal, lo primero que hay que hacer, es ir màs a la cancha màs que ellos.

Y sino, hagan como yo, que le prendo velas a la Santa Madre del Progreso Organizado, nuestra Santa Caoba, nuestra guìa, nuestra luz.
Hay que empezar por arriba, querida.

Tenemos que sacar al viejo este, yo creo que podemos hacer como con Duhalde.
Cuando nos dè la mano, hagarremosle el codo.

Los ateos nos lo van a agradecer.