27.7.09

el asado

Cuando Nestor me invitò al Calafate me caguè de risa. Venìa de varios dìas de salir solo por el barrio, de combatir el crimen en medio de una considerable desorganizaciòn.
Estaba sucio y desprolijo, como desganado. Tapaba el ocio con mùsica siempre sì y cuando bajaba recordaba las tardes al frente de los gomitas y de las justicieras charlas con las que construimos con educaciòn una juventud màs libre, menos atada al poder y conciente de la època que le toca.

Al brotar el virus y cerrar los claustros el tiempo libre se alzaba cual còndor en blanco y negro de pelìcula antigua. Se venìa satànico a rapiñar sobre las mantas que me cubrìan de la niebla helada que vuela sobre la madera del fondo.

No era eso de las 2 de la mañana que me lo encontrè saliendo de un bar de mi barrio.
Era Nestor y estaba en pedo.

Nos conocimos hace años en una ronda nocturna de pòker. Me contò que el Indio Solari anduvo con Cristina mientras èl empezaba a arrimarle el bochìn.
Yo fui muy frontal, vishte. Por eso me costò tanto.
La anècdota es fantàstica. Pòker, humo, wiskhey importado y el mismìsimo Nestor, yo, Ubaldini y Lanata. Todos pasados de rosca charlando entre apuestas milenarias.

Cuestiòn que me hace un chiste con mi nombre y yo me rìo pero màs o menos. No estoy para jodas, renuncià, montonero. Y me dice que què loco que te encontrè porque ayer estuve pensando en vos, te llamè con la mente Goma, mañana al mediodìa salgo de Olivos con el aviòn a comer un asado al Sur, vamo y venimo en el dìa, va a venir la colorada, Flor y un par de chicas, le dije a Gieco. ¿Va Leòn? le dije. Si podìa venìa, no sabe aùn.

Wow.

La verdad me vino bàrbaro. Me quedè callado y me acordè que estaba caminando porque tenìa algo que escribir y no sabìa muy bien què. Tardè un toque en contestar.

Te mando un coche y te venìs, dale. No me abandonès vos tambièn.

Je, me reì y le dije que nos veìamos en Olivos.
Hace mucho que no voy a Zona Norte. Es una zona vedada por mi espìritu. Nada que surja de por ahì me resulta jamàs atractivo. Tengo que ir a esforzarme por adaptarme. Luego entiendo que es sòlo otro lugar con sus tinieblas y sus luces. Y que la gente conduce peor que en el lugar màs inadaptado del mundo. Serà que manejan de muy jòvenes.

Correctamente le saludè a Nestor y a su truope y me vine para el sòtano del Edificio.
Me quise divertir con la cerveza y con los sahumerios.
Prendì el celular y el Msn. Me preparè para saltar al vacìo asi nomàs, contàndolo todo.

Si es cierto que la comunicaciòn es un fenòmeno que sucede a travès de situaciones como estas. Con Nestor en la pantalla y yo en el asado de mañana.
Involucrar constantemente elementos de la realidad es una adicciòn muy preferible a otras adicciones. Es preferible porque primero està la patria y despuès la salud.
Porque primero soy un motor y despuès necesito combustible.

Esto de ir al Calafate me pone en la disyuntiva de contarlo o no.
Què dirà la clase media. Que soy un pervertido suicida que ama ver peliculas de terror. Que no te podès casar asì con esto. Que los artistas son libres y que no deben de arremangarse al lado de ningùn vericueto de las polìticas.

Yo creo que hoy estoy y mañana no sè. Que a determinadas horas hay acciones saludables. Ir al Calafate y volver en el dìa, conocerla, ver còmo come y como se rìe. Con respeto, por supuesto, no le voy a cagar el asado al anfitriòn, divertirme, reir, tal vez tocaremos alguna canciòn de Charly, una de esas viejas que nos gustan a todos.

Me rio de nuevo. Me cago de risa. Me imagino ahì y ya me parece increìble, prometo traer alguna pata de cordero o un patè de jabalì. La verdad hace hambre ùltimamente y oportunidades de comer asì no abundan.

Detràs del velo se esconden los ojos que miran para mirar, para descubrir de qué color vienen las rosas este verano. Detràs de la poesìa y la realidad estan los faroles amarillos, el bajo consumo, la teorìa de la comunicaciòn como fundamento vital. Detràs de cada historia hay una verdad que siempre es confusa.

Esto viene bien para encontrar algo de claridad.

2 comments:

Keyzer said...

yo reservo buddy guy en don lechon, va a cantar la cancion de la vacuna (maria elena walsh) en blues de pura cepa democratico. la casa invita el flan mixto

Rose said...

Qué buena es la buena vida, y qué mala la envidia que me provoca oír hablar de un buen asado argentino.
Buen provecho.