5.5.08

fuerza

Lleno de elementos para digerir y devolver. Como un animal me siento.
El repique de las voces al saludarse mientras toca la banda de los muertos vivos, por ejemplo.
Es una situación de incalculable aprendizaje para ellos. El oficio, la inoperancia del oficio, el cartón dibujado y las imagenes pictóricas.
La lealtad.

Como ese animal confundido que fue a donde estaba la comida y se encontró con nada.
Encontró direcciones ocultas, austeridad.

El incendio había arrasado con todo lo que se movía.
Ahora no tengo más casa. Eso pensó el animal.

¿Qué pasará cuando vuelva la lluvia?

Tendré que abrigarme o abir el pecho mientras busco un nuevo lugar donde depositar la comida.

Mientras tanto, lo de siempre, calcular.
Con el ábaco.

Con las ansias a flor de piel. Que la matemática tiene esa autonomía tan poco sentimental.

2 comments:

lexi said...

qué fotográfico tu post, digo la comparación me gusta, lo del animal ese que sos... me gusta, sos un perro lobo.
abraxo!

Anonymous said...

ud me enternece.

abrazo.