20.9.07

atentado

Eran fundamentales sus reflejos y yo no dudaba nada de ellos. Conocìa a Germàn desde el secundario. Èl no habìa sido compañero mìo. Era compañero del primario de otro pibe.

Nos conocìmos de pendejos, a los 13. En un cumpleaños del amigo comùn. Fuimos a dar vueltas por Pompeya hasta que nos corrieron unos pibes porque sì.
Pegamos onda y listo. Nos fuimos haciendo amigos con el tiempo.

A los 16 empezò a sacarle el coche al tìo y nos ìbamos a dar vueltas por la ciudad. Fumando cigarrillos y tomando “Dr. Lemon”. Esa era la furia adolescente, el primer lìmite transgredido. Poner un disco de Zepellin al mango y emular "El mundo segùn Wayne".

Hay gente que no te da paz al tener un volante y una caja de cambios.
Hay gente con la que uno viaja pero que dà esa sensación de vèrtigo innecesario.
Hay gente que no.
Germàn puede hacer la cabriola màs siniestra en el àngulo màs cerrado y jamàs vas a sentir que choca y vos chocàs con èl y te haces mierda con el pavimento o con el tablero del coche.
Era nuestro chofer. El as del volante. De los cuatro, el ùnico peronista.

Dirìa, es el ùltimo peronista.
Siempre valorè su compañìa por eso. Poder discutir con un pura cepa es algo que no sucede a diario, que no pasa todos los dìas. Y que ese peronista tenga un par de ideas interesantes menos que menos.
Lo màs maravilloso de su condiciòn es como acomoda su ideología sincera e ìntima con el ser peronista. Porque en sus principios bàsicos de relaciòn con los demàs, en sus creencias morales y èticas nada lo ampara. Pero èl lo es.
Y eso lo hace peronista: la capacidad de adaptar su realidad al dogma, la capacidad camaleònica de siempre ser peronista y pensar en verde, en gris o en rojo.

Fue adicto a la cocaìna. Dejò.
Fue adicto a los Redonditos de Ricota.
Jamàs dirimiò, siempre firme y atento para dejar una cita del Indio ante cada suceso, ante cada discusión de bar, ante cada relaciòn fragmentada.
El iba a tener que manejar el Galaxy del 91 negro que usaríamos la noche del 18 de septiembre. El era el responsable de interceptar el coche, esperar que los burros de carga hagamos nuestra parte, que subamos velozmente al asiento trasero y huir hacia Barros Pazos y Chilavert, donde nos esperaba el Peugeot 504 blanco que nos iba a depositar en la autopista y luego hacia donde, aùn no decidimos, pasar la noche y el dìa siguiente.
Esperando el momento justo para separarnos los cuatro y encontrarnos dos meses después en la Patagonia.

Donde aùn no habìamos acordado.
Para charlar un rato, y ver que le habìa pasado al mundo. Ver si el mundo estaba despierto. Si funcionaba la policía o si era tan fácil burlarla. Si eramos tan amigos como creìamos.

Porque un poco se trataba de esto, creo. De probar si èramos especiales como para dejar una huella en la historia. Cristalizar una idea generacional de alguna manera: habìamos elegido esta. El sinsentido activo, la pulsiòn indiscriminada, la lucha absurda.

Tal vez la ùnica que puede triunfar.
La que no pelea por nada, porque hasta donde nos cansamos en rememorar noche a noche en el bar del pelado o en el de peluca o en la vieja casona, es que ninguna lucha fue suficiente nunca. Todas cayeron en la contradicción en algún momento. Como si esa fuera la condiciòn final de las sociedades. Avanzar como monitos. Y darle a “luchar” una entidad amorfa y solemne, fundamental. Como si todo lo fuera (nada lo es, entonces).

Germàn se resisitìa. Era el ùnico de los cuatro que odiaba a Norteamérica y que querìa matar a Bush o a Clinton màs que a nadie.
Los demàs eramos menos soñadores, nos contentaba dejar brotar la risa del rencor.
Despuès de Las Torres, de Atocha y del Subte Londinense.

14 comments:

Anonymous said...

Parece un epitafio, un poco largo, pero el recuerdo de alguien muerto ya.
Me gustaría saber, a fecha de hoy, qué es un peronista. Quiero decir... bueno, creo que se entiende lo que quiero decir. Como no conozco a ninguno, no sé lo que les diferencia del resto de los humanos. A ver si me puedes dar luz, Goma.

loleta said...

goma como anda tanto tiempo
me hace ver la cara deformada
esta oscuro y bueno
rose, no sabe lo dificil que es describir un peronista,
saludos
y feliz primavera nublada

La Celestina said...

Sandro: lindos recuerdos! conozco y admiro a los conductores como German, esos a los que uno entrega con gusto mas que su vida.
Los primeros limites transgredidos me remontaron a mi primer pedo. a los 14 con "las chicas" nos compramos cada una un litro de Quilmes y las destapamos al unisono, terminamos corretiando por toda la casa, algunas hicieron strepteasse mientras que otras nos dabamos piquitos de esos clasicos de nena borracha...

flores primaverales para ti....

Anonymous said...

ud es un romántico.

PRI-MA-VE-RA-LES!!! (hacía mil que esperaba decir esto!)

Unknown said...

Rosita, espero responder a su pregunta con el tiempo. seria imposible darle una respuesta asi, contestando un comentario. la saludo.

eleonor, no se q me queres decir. aunq no creo q sea culpa mia. ya salio el sol.

sandra, ojo con la ficcion. gracias por el cuento. a ver si le hacen un streap a la momiada algun dia.

laureana, merci beacoup. me imagino su alegria.

CeCe said...

Peronistas, socialistas, stalinistas, troskistas, radicales a ultranza, anarquistas,
conservadores, monárquicos, liberales, pacifistas, movimientos piqueteros, vegetarianos, soñadores de la Patagonia,
amigos de los pájaros, una banda de rock... ninguno puede contra los humanos.
Como decía el gran Chaplin "al final todo era un chiste".

Unknown said...

solo king kong puede, sharpo.

@lasnibat said...

Comparto con Harpo!

SalU2
T.

Unknown said...

ni el t rex pudo, hombre limite.

Anonymous said...

sepa que lo estamos observando

luks said...
This comment has been removed by the author.
luks said...

caja de goma asociacion civil
he andado por aqui
iba escondido en el asiento de atras del galaxy

sigueindo el relato
sigo leyendo
salut!!

Alan Murray said...

Estaba esperando la continuacion de este relato Don Willem. Superó ampliamente mis espectativas y, debo decir, me gusto mas que el cap I.

Aqui son las 8:30 am y no he dormido mucho durante estos dias otoñales, por eso, y porque lo merece, le adeudo una visita de mayor relevancia.

Alan Murray

Unknown said...

no sos ningun infiltrado, se quien eres, pequeña.

barbol, procurà (por favor te lo pido) no vender a los muchachos.

inglish one, ya deja de llorar. acaso eres un jilipollas?