28.6.07

Las variaciones Schumagger (primera entrega)

Señores músicos:

Ustedes serán cuatro. Tres hombres de letras y un pianista-percusionista.
De ustedes depende, mis queridos amigos, que el arte suceda, que sea irrepetible.
Saben que la dictadura de los compositores no habrá de acabar nunca, la historia no los va a recordar a ustedes, apreciar este oasis que se les ofrece, créanme, los va a hacer mejores personas.
Pasada esta instancia de motivación, pasemos al resto de los insumos:

- Tres atriles.
- Cuatro cronómetros
- Cuatro actores
- Piano vertical
- Cuatro platillos en sus respectivos fierros
- Baquetas

· Disposición geográfica:

Lo importante aquí es que el público esté de frente al piano. El pianista, por motivos obvios, dará la espalda al público mientras toca. Tanto a su izquierda como a su derecha se ubicarán dos platillos y dos platillos, a una distancia que no interfiera con la ejecución del piano pero que a la vez permita golpear los mismos sin soltar el pedal de “sustain” del piano. Los reyes magos se ubicarán detrás del piano, sentados e invisibles.
El piano debe hablar. Esa es nuestra misión.

· Ordenes mínimas para los músicos:

I, II y III son nombres que desprestigian a cualquiera.
Por eso serán Melchor, Gaspar y Baltazar, respectivamente.

Sr. Melchor:

Usted comenzará leyendo sus dos primeros versos. Luego dejará a Gaspar leer uno.
De ahí hasta los 3’ leerán un verso por vez.
Cuando guste (dentro de ese primer bloque) emule a una radio quedándose sin pilas. Sugiriéndole esto a usted lo que esto le sugiera. Porque a pesar de ser un intérprete, usted tiene personalidad. Como pequeña sugerencia: estire las palabras, dilate la voz.
A los 3’ todo se detendrá para usted por 15”. Ahí comience a golpear con suavidad el piano. Sea anarquista. No se comprometa con el acto musical. No se robotice. Use la palma de su mano.
A los 4’, luego de cada golpe suelte una palabra elegida al azar de su texto.
A los 4’30” comience a leer su texto a un ritmo tranquilo pero no lento. Sucederá que los otros reyes irán leyendo su texto produciendo una suerte de canon. No se preocupe. Siga con su texto hasta el final.
Aquí la cuestión es de dos versos cada uno. Debe ser un canon rápido. Cuando usted llegue al tercer verso, Gaspar estará leyendo el primero, y dos versos después entrará Baltazar.
Cuando usted vuelva por tercera vez al comienzo de su texto el canon estará terminado. Lea una vez más el texto (esperando siempre que Gaspar meta sus bocadillos entre verso y verso) y luego calle.
Gracias por su colaboración.
· su texto (I)

el flujo
confronta horóscopos
con magia real

los mismos vaivenes
que los intelectuales sofocan

integran una junta de intrusos
convocada a celebrar
lo que se ha visto
y lo que no.

1 comment:

Anonymous said...

Que grande lo de la dictadura de los compositores. Me ha gustado, Goma, no sabía yo que los compositores sean tan dictatoriales, ni me fijo en los detalles que tan metódicamente se deciden en cada concierto. Pero, ciertamente, los hay.
saludos.