21.12.15

el cielo de los negros

Una mesa redonda, con mozos arios sirviendo vino blanco frìo, caro y fino.

Ray y Stevie, los ciegos, uno al lado del otro moviendo los hombros al reìr descontrolados. A Ray se lo ve bien, mejor que a Jimmy Hendrix.
Jimmy quedo un poco chupado luego de la vincha llena de àcidos. Tocò la viola como nunca esa noche.
Pero quedò flaquito y deprimido, al contrario de Elvis.

Sus ropas coloridas combinan a la perfecciòn con la decoraciòn del salòn: tipo hindù, con elfantitos (de esos que enrollan el dinero) y humo de sahumerio de pachuli por todos lados.
Jimmy està armando uno.
A Ray Charles se le van los ojos cuando oliò lo que expedìan las manos del menor de los negros.

Llega John Lee Hooker.
Desde la puerte dice: "wow wow wow wow".
Los tres presentes se sobresaltan y le contestan: "hao hao hao hao".

Y todos rìen. Hermano èsto, hermano lo otro, que como tocaste esa vez, que què temaso que hiciste, que què groso aquel.

Los mozos alemanes traen la entrada.
Pero los cuatro fantàsticos lo mandan a la mierda: "oye, holocàustico, aguarda que lleguen los demàs, nosotros somos una cofradìa de las de verdad viejo, pon el maldito especial de Magic Johnson y trae màs vino, vamos, sucio racista".

Pone el especial de Magic humilando a Larry Bird. Se maravillan, chocan las manos ante cada jugada.
Ray y Stevie parecen haber visto alguna vez estas jugadas de colecciòn.
Tal vez Wilt Chamberlain se lo contò a Ray.

En el cielo de los negros todo es posible.

Aparece George Clinton. Viene con cara de cansado.
"Estabamos con Bobbie Marley. Zapando un poco. Iba a venir, manda sus saludos. Se iba a tirar un rato, dice que fisura, tal vez aparezca luego".

Caen casi a la vez Muddy Waters y Michael Jackson.
A Muddy no le cae muy bien Michael. Dice que es un afeminado pervertido. Que traicionò la tradiciòn.
Jimmy, devoto a Muddy, tambièn comenzò a insultar a Michael. Ray y Stevie se mantuvieron al màrgen. Lo mismo que George y John, quienes estaban hablando de la situaciòn en los barrios y del P-Funk y sus consecuencias en la mente de los adictos al LSD.

Por suerte, cuando Michael estaba a punto de llorar, llegò Litlle Richard.
Litlle, siempre tan andrògino, lo regañò a Muddy "eres un viejo cascarrabia, sureño reaccionario". Se sentò y lo invitò a Michael a sentarse en su falda. Le hizo mimitos para tranquilisarlo.
Se durmiò como un bebè.

Todos se sentaron en la mesa. Ray Charles, Stevie Wonder, George Clinton, Muddy Waters, John lee Hooker, Jimmy Hendrix, Litlle Richard y Michael Jackson (que estaba en una cuna).
Brindaron por John Lennon y George Harrison.
A Paul no lo quiere nadie.

En eso entraron Prince y Miles Davis.
Prince condensa a todos los negros de la historia. Venerado por cada uno de ellos. Por sus grandiosas grabaciones y por haberse movido a Madonna y a Carmen Electra (entre tantas otras super hembas).
Miles està quemado. No puede hablar mucho, le quedaron deformados los labios de tanto darle al caño.

Llamaron a los arios.
"oye, ya deja tu mierda de la filosofìa y las novelas, ven y trae la maldita comida que estamos todos".

Y asì, atendidos por Focault, Nietzche y Cèline, cenaron y bebieron.
Maltrataron a los intelectuales.
Lo hicieron con justicia.
Luego se armò una zapada antològica.

Solo pararon para seguir bardeando a Focault.
"Pelado botòn, largà la perorrata que no vamos a ningùn lado con tu mierda"
Cantaban todos, bailaban todos.
Se movìan, uno iba a la baterìa y luego al bajo, luego al teclado.

Sobre el final de la noche apareciò Charlie Parker. Prendiò fuego todo con 2 solos increìbles.
Èl no molestò a los mozos.
Ni sabìa quienes eran, sòlo se limitò a pedirles un poco de jugo natural. Su estòmago habìa quedado deshecho.

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