sombrero, en francès
El
muchacho de Calle 13 nos hace reflexionar constantemente. Y constantemente nos
hace llegar a la misma conclusiòn: ser zurdo es algo que excita a las mujeres.
Es algo
que, como tantos otros oficios o dones o virtudes, posiciona al hombre en este
eterno recorrido vincular.
Muchos
son los que dicen y afirman aquello de las izquierdas y las derechas son
tèrminos antigüos, que pertenecen a nuestros intelectuales del pasado. Que hoy
dìa se vuelve inverosìmil posicionar a los distintos partidos socialistas del
mundo entero bajo aquellas viejas consignas o bajo aquellos viejos trapos como
dirìa el bueno de Charly.
Resultarìa
faraònico describir como en un manual de Kapeluz cuàles son las banderas de las
izquierdas.
Juguemos
un poco.
Luchar
incanzablemente por acortar la brecha entre el que màs tiene y el que menos
tiene. Hablamos de dinero, de educaciòn y de posibilidades.
Luchar
siempre por la libertad, eso es lo mejor. La soberanìa. Para los pueblos
oprimidos del mundo siempre se va a tratar del imperialismo y sus sucios reyes.
Lo
pùblico siempre por sobre lo privado.
Cuànta
ambigüedad hay en el mundo…
Los
argentinos, que siempre estaremos un paso adelante en el desarrollo, tanto del
capitalismo como de la democracia, hemos inventado esta nociòn de la tercera
posiciòn.
Que por
supuesto, es un engañapichanga. Todos los peronistas sabemos muy bien cuàl es
el lado de la mesa que nos toca defender.
El
fracaso de las izquierdas europeas està reflejado, ni màs ni menos, en la
inoperancia de sus sindicatos y en la apatìa de sus sociedades. Son pueblos
derrotados por un circo de exportaciòn ininterrumpida. Y todo, simplemente,
para poner lo privado por sobre lo pùblico. Y también para que los museos de
Francia luzcan esas hermosas colecciones que encontraron por todo el mapa.
Cuàntas son las mentes que andan con el sombrerito de Colòn puesto...
El
Teniente Coronel Videla diò una entrevista impresionante a un medio español.
Donde,
como un abuelito, nos cuenta el cuento de los 70`s.
Y habla
de guerra. Y habla de post guerra.
Y nos
cuènta lo bien que se llevaba con la
Iglesia, lo fàcil que le hizo las cosas la derecha buròcrata
del peronismo, lo contentos que estaban los radicales y los socialistas, lo
inoperante e inexistente de las posiciones de los polìticos que se ubicarìan en
el centro, en la social democracia.
Señala
al matrimonio Kirchner y le grita “¡Marxistas!”
Sienta
una posiciòn de derecha. Con todo lo arcaico que puede tener un militar para
hablar del mundo, de la guerra, de la derrota y la victoria, de la vida y la
muerte.
Aparecen
como fantasmas en nuestra imaginaciòn entonces las nociones, los partidos del
centro, las viejas artimañas de comunicaciòn implementadas para conducir a la
sociedad.
Ante la
inoperancia de la polìtica la frialdad de un militar y el clarìn de un
periodista.
Y la
derecha como un gran bukake en la boca de una pobre vìrgen de izquierda...
El
bukake es una pràctica milenaria en Japòn. Son un montòn de pijas acabando en
una sola boca.
¿No son
miles de vergas distintas las que componen la derecha liberal? ¡Todas apuntando
a nuestro sistema digestivo!
Juguemos
otro poco.
¿El
Pelado de Calle 13 representa a la izquierda y Videla a la derecha?
¿Es
posible que vivamos en un mundo asì?