Uno de los grandes signos de estos tiempos, de esta dècada que se nos acaba y que nos ha atravesado (dejàndo un tendal de objetos a dilucidar, examinar, corresponder, enamorar, profundizar y someter a la propia voluntad) es, sin dudas, la elevaciòn de la poesìa al podio de las artes performàticas.
No podemos afirmar, bajo ningùn punto de vista, que las lecturas poèticas son un invento de los pibes que escriben ahora. Es una pràctica vieja y conocida, eternamente aburrida y contranatural.
Pero si podemos afirmar que muchas personas hoy dìa buscan aceptaciòn, ese gramo de narcisismo insatisfecho que necesita la correspondencia del aplauso, buscan un lugar en la fèrtil arena de la expresiòn social a travès de poemas, escritos, ensayos, manifiestos.
En los ùltimos años hemos asistido a una renovaciòn generacional en el campo literario, o por lo menos y despuès de mucho tiempo, podemos encontrarnos algunos autores de apenas 30 años, escribiendo y publicando en editoriales de digna reputaciòn. Resulta un esfuerzo sobrenatural imponer en la memoria algùn autor jòven en los 90.
Recuerdo la irrupciòn de Federico Andahazi sacudiendole la bombacha a Amalita Fortabat con "El Anatomista".
Pero no recuerdo màs nada de ese tàndem, apenas dos vagas fotografìas que bien podrìan ir a la revista Gente:
una serìa Amalita con Federico Kleim posando delante de un cuadro de Fede que la muestre a Amalia como una Santa Virgen Vidriomanìaca y otra de Fede Andahazi con un habano y una remera del Mono Mario, ese viejo personaje de la internet primitiva.
Entonces podemos afirmar que existe una punta de lanza de un nuevo movimiento de literatura nacional, una punta afilada por gente que està pasando los 30. Se palpa una nueva necesidad de manifiesto y toma de posiciòn en la arena polìtica, seguramente motivados por lo intenso de esta dècada de Kirchnerismo, que màs allà de detractores y defensores, innegablemente ha reinsertado el debate en la sociedad, la cerveza a vuelto a venir envuelta en dilemas nacionales, cada boludo de cada esquina tiene algo què decir y eso es bueno y real y por eso se refleja en las expresiones que vienen sucediendo.
Luego està el Under Porteño. Pedimos perdòn a nuestro pùblico del interior del pais, pero realmente nos es imposible hablar de algo que desconocemos y por la experiencia misma de nuestros integranes, hemos descubierto que los Snobs son Snobs aquì y allà, en este pais, en todas las ciudades del paìs. Digamos, las cosas son màs o menos parecidas, lo que cambia es la magnitud de la coyuntura, lo exponencial de la fiebre.
Aquì, en Buenos Aires, no vivimos en una burbuja. Sòlo la fabricamos para sentirnos importantes.
La FLIA (Feria del Libro Independiente y Autogestiva) es un grito cultural muy fuerte e interesante. Càlido y necesario.
Desde hace años sucesivamente ha ido ampliando su convocatoria, su oferta cultural y acentandose còmo movimiento.
La FLIA es, al juicio de nuestros peritos, la versiòn actual del Punk.
El Punk en su orìgen es un movimiento de rock contracultural, antisistema, que concentra su encanto y pasiòn en la actitud del artista por sobre la profundidad intrìnseca de sus expresiones musicales. En tèrminos estricamente cientìficos hay una explicaciòn de porquè el Punk Rock fue totalmente absorvido por el Pop.
A cualquier niño de 10 años le gustan Los Ramones. Y eso es porque las formas con las que Los Ramones y todos los grupos del Punk han trabajado son sencillas, las màs primarias, son formas accesibles tanto para que cualquiera las comprenda como para que cualquiera las produzca.
Y eso es lo interesante del fenòmeno Punk: Cualquiera Puede Cantar. El rock dejaba de estar en manos de enfermos del virtuosismo y la intelectualidad. Ahora era algo popular, peronista y accesible.
Es imposible olvidar que mientras esto sucedìa, hablamos de 1977, Latinoamèrica chorreaba sangre. Bueno, no nos deprimamos.
Este guante que el Punk Rock deja suelto (afiliado a la Mtv y a lo imposible de ser antisistema desde el Rock), lo tomaron los pibes de la poesìa.
Como en todos los àmbitos de la vida moderna las computadoras han ejercido una importante marca.
El blog hizo que escribir sea algo posible para todos. Un amigo estaba proponiendo ùltimamente que sòlo hay 3 pasos para convertirse en un gran escritor:
1)sacarse una cuenta de Google o mail de gmail
2)pensar un nombre copado para el blog
3)poner al lado de tu nick de msn el sitio de internet que patrocinàs para que la gente entre y lea lo copado que sos.
Muchos intelectuales reaccionan con facismo contra este fenòmeno. Se ve que andan con miedo a que les toquen el culo y que escribir deje de ser una cosa sagrada y mìstica, sòlo para elejidos y tocados por la vara.
Yo puedo entender lo que les pasa.
El mundo literario es el màs inhòspito de todos los àmbitos artìsticos. Basta con leer las revistas donde aparecen escritores hablando mierda de Cortazar para levantar un par de puntos de rating en el programa de Borges. Yo lo comparo con el Tenis. Los tipos estàn solos en la cancha, odian a su rival y no dejan de odiarlo ni despuès del partido. Es imposible que sientan la camaderìa del colega. Todo està sobrevolado por el terrible miedo a la no aceptaciòn del medio, por lo despiadado que es cada uno con su colega y por lo despiadado que seguramente serà el colega con uno.
Y cuando uno tiene miedo, ataca.
Pensemos que ni Cerati vs Solari han sido tan despiadados entre ellos. Han mantenido cierto respeto y decoro para hablar del rival.
El blog hizo que las cosas adquieran otra liviandad. Uno no tiene por què corregir, por què sufrir, esto no es serio, esta no es la vida real, esto es internet, esto es gratis, google es dios.
Los poetas jòvenes suelen sostener que no comparten la visiòn del escritor que se encierra a enfrentar sus demonios y vivir una vida de mierda para poder escribr algo sentido y trascendental.
Los poetas jòvenes suelen tratar a la poesìa con una liviandad que se manifiesta en los còdigos sociales con los que se manejan estos àmbitos. Mientras un poeta lee, el otro poeta està charlando con otro poeta o con una chica.
La poesìa no està en primer plano, lo que hay en primer plano es el narcisismo del poeta devenido en actor.
No puedo imaginar còmo se espera trascendencia de èste fenomeno de las lecturas con audiencia si ni siquiera resulta estimulante para las personas que estàn proponiendo estos acontecimientos.
Y entonces caemos en que la liviandad de ser un escritor de la internet se traslade a ser un escritor en la sociedad.
Esta Noble Asociaciòn Civil manifiesta una postura muy crìtica frente a estos sucesos.
Celebra lo intenso de cada FLIA. Lo estimulante de ver que existen nuevos autores jòvenes.
Quiere alertar al jòven poeta de la FLIA sobre su còmoda e intransigente postura polìtica: odian a Macri pero ni votan ni tiran bombas molotov.
Sentimos la obligaciòn de reflexionar sobre la necesidad de dejar de lado el pelotudeo y la actitud flogger, la liviandad con la que hacemos polìtica en el Facebook, la terrible intrascendencia que generan las consignas que se enarbolan en las lecturas, lo estùpido de pensar que la poesìa puede posicionarse còmo discurso en una sociedad. ¿Para què quieren llevarla a la televisiòn? ¿Què tiene para ofrecerle a la poesìa algùn minuto de aire extraido de provocaciones a la moral viejas y anticuadas? Eso hay que dejarlo para los periodistas.
Que al fin y al cabo, son lo que ganan dinero con la palabra.
Y respetar el camino del artista.
Un poeta no està para ser aplaudido, eso es para rockeros y actores.
Un poeta debe tener la altura y el compromiso de bajar al infierno solo, mirar el espejo con un cuchillo en la mano, sacarse la sangre y probarla, escupirla, cagar, mear, putear y reflexionar sobre todo a la vez. Un poeta debe tener la virtud de entender que la vida es un viaje sensitivo y que aquì hemos venido a darle forma de palabra.
Un poeta tiene que poder enamorarse con locura y saber sufrir con altura. Un poeta se tiene que chupar la vida y aprender a hablarle al chopp de cerveza.
No nos sirven poetas felices. No han existido nunca y no veo por què carajo deberìa de haberse inventado en la ùltima dècada.
Internet nos ha dado un montòn de ventajas. Y nos està dejando un montòn de vicios de cara al futuro.
En algùn momento el ser humano debera recular y ejercer una negociaciòn con el pasado, amigar las formas primarias de producciòn con la velocidad de las supercomunicaciones.
Atarse un piedra al pie y pisar el piso.
Y dejar de pretender que la poesìa no sea lo que es.
Algo efìmero, elevado y hermoso. Ìntimo.