Y si, todo esta en su lugar correcto. Tal vez debamos colgar nuestras guitarras elèctricas, tirar todos los pedales y quedarnos con la libertad de las guitarras españolas y los bongós asesinos, con la madera que nada màs pide y que nada màs necesita.
Hemos visto como KurtCo se mataba la cien de un balazo mientras trataba de conseguir un buen hepatalgina que le alivie los males estomacales que la fèrtil pudredumbre del sistema le proporcionaba en dosis millonarias.
Hemos visto a los Rolling Stones, bajar del cielo del rockanroll, aterrizar en Buenos Aires, abrir con sus peluches de Juanse y el Sarco y dejar sonar los primeros tambores de "Street Figthing Man" (mi memoria de niño recuerda ese tema como el de apertura, tal vez lo ùnico veraz de aquel recuerdo de aquella noche es la sensaciòn al apagarse las luces y sentir el tun tun y vibrar el aire con la proximidad de la historia como hito).
Hemos conocido la cruda epopeya ricotera, la pasionante danza de los fieles y la ahorrativa puesta sonora, insurgente.
He visto a 3 viejos en patrullero, Sting, Stewart y Andy, maravillosos alquimistas de la renovaciòn. Extraordinarios ejecutantes en un extraordinario asiento para conductores. Como Gardel que cada dìa cantò mejor.
A Page y Plant mover las cachas y repasar toda la parafernalia del gran grupo de rock inglès. Mi preferido es Zepellin, siempre y hasta anoche.
Yo sabìa, como buen fan, que Radiohead ha ido expandiendo los horizontes de su mùsica conforme se sucedìan sus discos.
Sin embargo comprendi oyendo y viendo como tocan que lo que Radiohead ha ido expandiendo son los horizontes de la mùsica. Como bastiòn fundamental de la humanidad.
Ya es una pena llamar rock o electrònica o brit pop o mero pop a su arte.
Sencillamente llegaron a ese estadìo donde los grandes artistas pasan a constituir un propio gènero.
Todos los fragmentos de mi vida adolescente, sin que esto sea un canto al dadaismo y a la Laguna Azul, han estado tocados por la vara de los discos que te acompañan.
Radiohead es la banda sonora de estos tiempos que nos toca vivir, el mundo se va a la mierda, eclosiona la ecologìa, el dinero lo pudre todo ya sin lentitud, los europeos se mueren por divertirse mientras los africanos se mueren de hambre y los latinos se matan entre ellos, y en asia preparan la ùltima gran bomba que sobreviva solo a los orientales. Para que pueda continuar su milenaria tradiciòn.
La banda sonora de esta Era es depresiva.
Algo original no es algo nuevo.
Algo original es algo que se remonta a los origenes para continuar remontando el barrilete.
Los muchachos de Radiohead rescatan la vieja tradiciòn electroacùstica. Para remontar el barrilete electrònico que tanto idiotizò gente con plata de todos los continentes medianamente desarrollados hubo que sucumbir ante la pedanterìa de un beat constante que vaya bien con la droga de diseño que inspira a cada movimiento cultural moderno.
Frente a la maquina de lo electrònico de hoy dìa Radiohead es un grupo de càmara.
Es un Pro Tools humano, es una Rave con bombo y huevitos.
Es artesanalmente futurista.
El Indio me lo avisò en el desierto mientras comiamos peyote: El Futuro Llegò Hace Rato.
Y todo esto se vuelve vanal y superficial a la hora de hablar de mùsica.
La polìtica y los grupos de rock no te piden que pienses y que desarrolles el esfuerzo como medio de acercamiento hasta una expresiòn, hacia un acto comunicativo, hacia un discurso, hacia una idea.
Los medios de comunicaciòn preparan omelletes de realidad, fast food, los rockers se visten de amarillo fluo para armar una bella lista de temas plagados de infaltables melodìas en la cartera de la dama y el bolsillo del caballero.
El rock como ejercicio de doble complacencia es la gran caracterìstica que nos dejò los 90 y que en esta dècada simplemente fue algo tàcito y religioso. El narcisismo del artista aplaudido por el narcisismo del pùblico.
Radiohead vino en una nave; llegò a este tercermundo. Prendiò el motor, te sometiò con una lista de temas inpensada (haciendo eje en Kid A y tomando a In Rainbows como motivo), tocò como solo tocan los dioses, sonò como suenan los orgasmos màs lindos que escuchaste, se vistiò como se viste la gente normal, usò las mismas guitarras que usamos todos y el mismo jazz bass que tiene eddie.
Mientras todo se idiotiza hasta volverse comprensible Radiohead te propuso que pienses y te dejes convencer que un mundo mejor es posible.
No busquen màs, cierren los boliches de rock y las tiendas de Djs, dejen la ropa de Cerati y la màscara de Kiss.
Diganle a Coldplay que nunca van a llegar a ser U2 y por supuesto, diganle a Bono que se postule para presidente.
Bajen el precio de la entrada que la pròxima vamos con los ricoteros y ahi si: Thom se va a comprar una casa en San Marcos y se vienen a vivir acà.
Destruiremos Internet de la mano de Radiohead.
No mataremos a nadie. Los mataremos a todos con un trance de matrix.
He visto a la mejor banda del mundo.
Puedo decir que todo lo que esperè (nada, son humanos y pudo ser cualquier cosa) fue superado por la Verdad.
La mùsica ha seguido avanzando, el rock le deja un nuevo legado a la humanidad.
Al final, cuando la nave se estaba yendo y los pibes sucumbieron ante la insistente argentinada de que el de la valla te pide Ji Ji Ji durante 4 horas seguidas (incluso si sabe que la vas a tocar dentro de 2 horas) y tocaron ese nuevo Stand By Me o el tema de Ghost (la de demi moore) y Thom nos decìa "desearìa ser especial" y yo me preguntaba si este tipo no es especial mejor me voy a morir y luego "no pertenezco aquì" creì realizado el ciclo de la vida. No, no eres de aquì, hermano, vuelvan a su planeta y gracias por pasar a resfrescar mi mente de terrìcola.
Vuelen muchachos, creo que van a venir seguido.