Dicen que Dios desde el cielo firmó un decreto que daba por terminada la era de los ideales. Por supuesto que había un inciso, la famosa letra chica de los contratos, que decía que él, Dios, era el único con facultades idealistas.
Esto habría sucedido uno dos días antes de que se separen Los Beatles.
Claro que no era fácil hacer que se cumplan los designios de su majestad el emperador de los cielos, y eso lleva varios años.
Hubo que implementar dictaduras en los paises subdesarrollados y una cultura proclive a la despolitización de las personas.
En la trinchera de los ateos se miraron preocupados: los periodistas estaban todos vendidos, los militantes políticos o desaparecidos o exiliados o asustados, los chicos del medio compraron las teorías de los demonios y aseguraron una puja encontrada, en términos operativos, de violencia y en términos de intereses. La pasión del sometimiento.
Podríamos pasarnos una noche entera tratando de buscar personas idealistas entre los que nos rodean. Muchos amigos míos lo son, sin ni siquiera proponerselo. Los artistas en general deberían serlo, pienso en general.
Sin embargo la presión del mundo del espectáculo o la leve concentración a la que una persona cualquiera puede someter su interés y su concentración, su deseo de dejarse atrapar por un viaje de sentidos, conspiran a diario contra la profesión del idealista.
El idealista no puede permitirse el narcisismo.
El narcisísimico, como dirían los Babasónicos, esos chicos modernos del 90 que siguen siendo modernos hoy.
El tiempo no pasa, Dios fuma un pucho tras otro y se ríe de nosotros sus ratones mientras juega dados y ve como miles y millones de personas desperdician su vida mientras otros miles y millones no tienen ni agua ni gas ni una puta vacuna contra el destino final de su condición miserable.
El Papa Francisco se carga las banderas de la izquierda al hombro mientras se ríe de los marxistas.
"Limitaremos el uso de la conciencia" dijo el redactor del maldito decreto.
La gente es estúpida pero no se deja cagar si se da cuenta.
Entonces hubo que engañarla.
La libertad,como todas las ideas, se acomoda.
Es como un gato que cae desde lo alto: siempre cae de pie.
Los más escépticos dicen que es inconseguible. Los periodistas la usan como un trapo para limpiar su sudor. El sudor de su trabajo.
Los amantes estoicos prefieren no hablar del tema. La libertad no es una moneda corriente.
Es un cheque sin fondos que no podes cobrar en ninguna ventanilla.
El tiempo sigue pasando para todos menos para Dios.
Un idealista vino el otro día y me dijo "Goma, tengo tantas ideas que no me alcanza el día para ponerlas en práctica". Y dejó de dormir. Y después dejó de afeitarse, no comía, sólo se llenaba de combustible para sus ideas.
Leía y leía, fumaba y fumaba, bebía de noche.
Al tiempo se murió.
Intoxicado en el olvido.
Nada pudimos hacer los demás. Quisimos ayudarlo pero tendríamos que haberlo afeitado. Comprado ropa nueva y convertirlo en algo que el no era.
Una vez un poeta dijo "¿Qué pasa con los borrachines y los vagabundos y los soñadores? Yo te digo que pasa, se quedan sin casa y la vida moderna los arrasa, los pasa por arriba y se los morfa..." y luego agrega "Interminablemente se vuelve uno decadente, y en una sociedad que engorda mostrás los huesos...esos huesos...ese abandono...¿será la capa de ozono?"
Y entonces ese día, en su funeral, nos miramos los unos a los otros y nos quedamos tranquilos con nuestra conciencia. Dios lo firmó desde el cielo y contra eso no se puede hacer nada.
No podés conseguir leyes ni hacer marchas, no podés ponerle un plato de sopa y una cuchara a un poeta. No podés saludar a un colectivero y preguntarle por su vida y su pasión por los fierros.
No podés saltar en una pata con las cosas que andan pasando.
Los idealistas han sido perseguidos.
La gente tiene miedo de las personas con ideas y encima a la mayoría los manda a matar Estados Unidos o algún agente especial como James Bond.
A los que no, los boicotean en vida.
Le pasó a Spinetta y le pasó a Charly, le pasó a Roberto Arlt y a Borges.
Un idealista simpre es más valioso muerto que vivo.
Por que los vivos siempre se traicionan y cambian de idea.
Y pareciera ser que a muchos los enorgullece irse de viaje, conocer el mundo.
A muchos les agrada sentirse latinos e inclusive creen que es posible ser primero latino y luego argentino.
La hipocresía rige las leyes del mercado. Y eso también debe ser un designio de Dios.
Porque la maquina del demonio se alimenta de los mismos pecados que la del cielo.
Y eso no lo cambia ni Montoto, ni Monsanto ni ningun concheto como Caparrós.
3.12.13
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