Hay miles de mentiras dando vuelta entre todos nosotros. Mentiras piadosas, mentiras de ocultismo, mentiras de pantomimas, mentiras de sobrevuelos.
El coche mentiroso sale disparado por la avenida de las razones. Los semáforos de la lógica están siempre prendidos: el hombre suburbano, sin tiempo y sin memoria puede reaccionar asi.
Los liberales son los modernos. Los de la música bailable todopoderosa. Los del aire en frascos como saleros de otro planeta, las zapatillas con sus cámaras de arte trasmitiendo a toda hora por todo el canal de los corazones ajenos.
¿Dónde esta el bardo que le canta al barro cómo el criollo rima un haiku?
La tierra nacional se llena de pasto
filas y paredes de árboles cubren los ranchos del viento
un lápiz de Dios dibujó un cuervo
hizo que tiemblen los pájaros pasajeros
Estos recursos surrealistas son renovables. Mienten los periodistas cuando agotan sus palabras. El viento no trae coplas, el viento se arremolina y todos los valores se ponen a jugar el juego de la vida: o ganas una millonada y te compras una mansión o te retiras a escribir tus memorias.
Ahora, en los bares de la vida, los mismos que se compran las mansiones te escriben las memorias.
En Egipto se preguntan día y noche qué pasó con la primavera.
Cuándo fue que destaparon la olla. Extraños intereses llaman la atención. Muchos atorrantes levantan la bandera de la libertad para meter la nariz donde no les corresponde.
Para vitorear la salidera bancaria a la hija del enemigo. Saboreando con tristeza vengativa un paradigma moral: debería darles vergüenza.
El boulevard de las verdades nacionales es muy concreto: cada vez que ha ocurrido una instancia de interés proteccionista ha sido continuada por una larga temporada de desaciertos liberalistas.
Estas son todas personas que prefieren preguntar después de hacer.
El proteccionismo es a la teoría del mercado internacional un simple obstáculo para la superproducción de las potencias industriales. Esto no es ninguna poesía.
Este tiempo cambia las palabras, suceptiblemente. Produce artistas de la liviandad. Influencia el día y la noche de las personas en un sistema de vigilancia avanzado.
Basado en una ilusoria libertad.
Una libertad que permite organizarse, salir a marchar, descreer y lastimarse.
Ser fresco y ser libre, ser hermoso y ser pulcro.
Ser probo y cargado de valores, de ratones del tiempo.
La mano que escribe las cartas duras es la mano que acaricia a los gatitos buenos.
Enormes son las visiones del apocalipsis mediático.
Muchos calzan gorro frigio solamente por ser calvos.
Muchos suben a los árboles porque hay menos derechos.
Muchos votan cualquier cosa porque se creen la gran cosa.
Muchos conspiran por dinero porque los espejos están bañados en plata.
20.8.13
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1 comment:
Greeat read thankyou
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