La toma de la Sala Alberdi supone un gran
sìmbolo de resistencia en esta ciudad de Buenos Aires. La Sala Alberdi està ubicada en el
6to piso del CC San Martìn. Tiene capacidad para 200 personas, un escenario
bonito y profundo, un equipamiento tècnico que en otra època fue de ùltima
tecnologìa. El Centro Cultural està siendo “remodelado”. Pusieron un barcito,
todo el resto està en ruinas.
La estructura mental
del macrismo hace que inevitablemente uno tenga serias dudas sobre el futuro de
las obras que se estàn llevando a cabo. Digamos que una gestìon que tuvo que
salir a golpear indigentes, que invitò a Ricky Fort a la reinauguraciòn del
Teatro Colòn, que tiene a Macri sospechado de haber pinchado telefonos de
familiares suyos, que sucesivamente se tentò con intelectuales capaces de
defender los valores màs tìpicos de la aristocracia porteña supone un
inevitable sentimiento de oposiciòn.
El sentimiento de
oposiciòn es un sentimiento compuesto por el miedo, el prejuicio, la sensaciòn
històrica, los pasos y los contrapasos, la experiencia y el aprendizaje.
Los chicos que estàn
tomando la Sala
viven ahì, dan talleres, ofrecen una programaciòn de espectàculos variada y
cantan un Haka (la canciòn de guerra de los All Blacks) y aseguran que ellos
van a enfrentar al PRO.
Nosotros, como una
Asociaciòn Civil siempre enfrentada a los tòpicos neoliberalistas y colonizados
por la mentalidad extranjerizada, queremos manifestar nuestra solidaridad total
con la toma de la Sala ,
la cual estarìa llegando a su punto de conflicto màs candente.
El momento en que
los policìas irrumpen contra los payasos puede estar por llegar.
Debemos observar que
los chicos adoptan una fuerte voluntad polìtica y una apàtica postura polìtica.
Estàn dispuestos a defender un espacio pùblico viviendo ahì, trabajando ahì y
enfrentar al poder polìtico de la ciudad queriendo manifestarse apolìticamente.
Un gorila podrìa
decir tambièn que para ganar la batalla desde un teatro tendriamos que
preguntarnos tambièn si la producciòn teatral que estamos ofreciendo es de
calidad.
La inconsistencia
del planteo de muchos chicos debe tener que ver con la falta de experiencia. Es
la ùnica explicaciòn.
Dejar atràs la
tristeza de los 90 supone volver a confiar en la polìtica, en la posibilidad de
construir consesos, de hablar con personas de diferentes sectores, con
distintas mentalidades que inclusive se detesten entre si. Considerar al
civisimo y a la tolerancia como una herramienta de transformaciòn polìtica. Y a
la polìtica como un sueño, no como una pesadilla.
La tristeza de los
90 fue la de oponerse por sentido comùn. El grito de “¡corrupto!” como punta de
lanza de la social democracia cristiana y sus monigotes cacerolistas y sus
militantes de cafetìn.
Fue aceptar que la
televisiòn y los periodistas son los que tienen la palabra.
Y que se puede dudar
de todo menos de los futbolistas. Que si cuando Menem era exitoso River era
exitoso y que si cuando Macri es exitoso Boca es exitoso. Y que en el 89 cayò
el muro y Alemania se ganò un mundial y que en el76 mientras nos daban palo y
màs palo y en Estados Unidos explotaba John Travolta y en Inglaterra sus
indignados tocaban Punk Rock la bendita Fifa le diò a Don Julio su primer gran
motivo para ser quien es.
Parece que uno puede
comprar periodistas, polìticos, abogados, barrabravas, niños robados, todo.
Menos jugadores de futbol o referìs.
No se puden arreglar
los partidos… en eso parecen estar todos de acuerdo.
La lucha contra el
Pro debe ser dada y con conciencia. Con conciencia de que la mentalidad que
profesan no sòlo està dando sobradas pruebas de un estrepitoso fracaso mundial sino
que representa la ideosincracia frìvola, elitista y condescendiente, inclusive
con la mismìsima violencia, de nuestros burgueses argentinos.
Y que, por
contraparte, aumenta su poder polìtico elecciòn a elecciòn.
La enorme capacidad
de boicot y de acelerar y desacelerar en perìodos cortos es parte de nuestra
ideosincracia nacional. Este deforme rejunte de peronistas de derecha,
radicales, agentes del establishment privado y convencidos de lo bueno del
èxito que es el Pro parece encarnar otra vez aquella vergüenza del chico rubio
que nos quiere mostrar sus fotos de los largos viajes que ha emprendido por el
mundo.
Mantener una
posiciòn de liviandad, ajena al compromiso efusivo, atea y de libertad
espiritual es absolutamente una condiciòn de la clase media.
Votar livianamente
por Macri, asì como quien simplemente no quiere màs poder para el Kirchnerismo,
o asì como quien disfrutò con Juan Romàn y Martìn. Juntarse todos para repudiar
a Macri pero livianamente, sin mostrar partidismo y sin banderas de argentina.
Afiliarse a la nueva polìtica del Proyecto Sur, pero livianamente, sin votar
por ellos en las elecciones presidenciales. Afiliarse de a la Càmpora , pero
livianamente, para ver si podemos ponerla un poco o para acompañar esta ola de
alegrìa que supone ser kirchnerista.
Bien, no sòlo lo
supone. Lo es. Ser kirchnerista es una cosa que a los kirchneristas nos hace
muy felices.
Los chicos de la Càmpora van a tener que
dar prueba y testimonio de su compromiso. Ahora, en 2015. Supongo que nadie
pensarà en sus cabales que un chico de la Càmpora puede ser presidente aùn. Bueno, esta
Noble Asociaciòn Civil gusta de las renovaciones. Ojalà podamos renovar tanto
la polìtica como la conducciòn de nuestro fùtbol como nuestros màximos
exponentes del rock nacional.
La clase media sacìa
su voluntad demagogica en el rock. Va a los recitales a pedir los mismos temas
de mierda cada vez. Y despuès quiere idosincracia de monje para los polìticos.
Austeridad, buena fè.
La verdad es la
verdad y la polìtica mantiene su lento trasvasamiento generacional.
Y el Dani Scioli
viene juntando medallitas hace tiempo, lo mismo que el sorete este de Mauricio.
Tendràn que probar
en 2015 si estàn dispuestos, los chicos de la Càmpora , a ser los
guardianes de las conquistas de esta dècada, aùn cuando no les caiga bien ni
Scioli ni el que sea.
¿El escenario de una
interna entre el Dani, un Camporista y algùn sindicalista o gobernador es una
locura?
No vayan a hacer
como los chicos del proyecto sur que se fueron corriendo a votar a Binner con
tal que no gane la chusma del peronismo… el fin de la època es Macri
presidente. Y ese es el dìa que nunca tiene que llegar.