la viruta

La Viruta tiene la extraña virtud de seguir manteniendo vivo el espìritu de Sociedad de Fomento, es un tìpico salòn de barrio donde un club de papi futbol festejarìa el campeonato obtenido por la categorìa 95, esos pibes de oro que mueven el balòn de izquierda a derecha, tocan, la tocan todos, el arquero, los defensores, triangulaciòn, pared y cañonazo.

Bien, queda en la calle Armenia, en el primer latido del corazòn màs palermitano.

Concurro a la hora en la que la puerta se abre, se hace gratis y de golpe entràs a ese mundo de grandes tacos y baile de tango, de milonga, ese ghetto del tango que no es tan vampiro como el de los mùsicos del tango, sucio, con olor a cocaìna y cigarrillo, con personajes que van de ex presidarios a lùmpenes eternos.
Venden cerveza a buen precio y 2 fernets por 20. Ideal y ùnico de Corrientes para el Norte.

Este ghetto es de glamour. En ocasiones veraniegas recuerdo haber ido de bermudaz y alpargatas. Y sentì como tal vez sòlo sentis cuando caminàs por el interior del paìs y la gente te mira como sabiendo que no sos de ahì, que sos un porteño forastero. Un pagano.

Yo tenìa puesta una remera con la bandera de Turquìa.
Me parecìa que la gente me miraba. En eso se me acerca el Croata y me dice "papi, estàs en la Sociedad Armenia, ¿vos querès que nos maten?". Me puse mi camperita Adidas y escondì el regalo de papà mientras me reia sorprendido por mi provocativa actitud.

No soy habituè. Voy de vez en cuando, a escapar de la rutina de Almagro. El que va siempre es D`orio el filòsofo de Gran Hermano. Debe tener cuenta el chabòn, està siempre ahì escabiando.

Esta noche no era una noche distinta. Tal vez debìamos quedarnos en casa fue la reflexiòn màs madura a la que llegamos con mi amigo el Tano.
Bebimos algunas cervezas mientras soñabamos con saber bailar el tango y asì generar esa situaciòn de gol que esta danza siempre te otorga. Sentir las tetas de una chica tan cerca, la mano en la cintura, la respiraciòn, el contorneo de las cinturas. No sè como es que despuès de unas buenas tandas de baile no se formen parejas a rolete.

El Croata, El Tano y yo. Decidimos que ya era suficiente, que esta noche no iba a depararnos nada.
Empezaron a salir las tìpicas medialunas con cafè con leche.

Siempre te hace sentir descolocado ese rito, vos recièn llegàs, bebès y ellos estàn empezando a amainarla y se toman ese feca con esas medialunitas tan sexys.
Buscamos la forma de robar medialunas. Notamos que mucha gente simplemente le dice al mozo "traeme 2 docenas". Lo hacen para impresionar a sus chicas. Porque despuès empiezan a sobrar medialunas por todos lados y no saben el hambre que tenìa.

Vi a una chica que rebotaba señores que la sacaban a bailar.

Pense esto:
Si, disculpe que la moleste señorita.
Ella en ese momento me iba a mirar con el desdèn de alguien pròximo a negarte algo.
Y yo la iba a sorprender diciendole, ¿me das esa medialuna que te sobra?

La idea era matarla con mi sobredosis de hippismo.

Bueno, no lo hice y seguimos buscando medialunas para robar. No tuvimos el valor suficiente.
Asì que terminamos nuestras copas y salimos al frio palermitano de invierno.

Pasamos por adelante de la Iglesia de los Armenios, me arrodillè y les pedì perdòn por ser tan corrupto y andar vistiendo remeras de genocidas en masa. En año nuevo algunos europeos me bardearon por la remera de Turquìa. Estaba en una fiesta en un antro medio gay de boedo con toda la momiada y mucha gente de distintos paises y orientaciones sexuales, todos de la boina recibiendo este 2009 tan movidito. Y se me acercaba una gallega y me decìa que los turcos no se què.
Yo le dije que no me joda, que yo era el dueño de Turquìa y que me cagaba en la historia y en la puta europa.

Cuestiòn que avanzamos por Armenia para doblar en Cabrera cuando 10 metros atràs nuestro se bajan de un taxi 2 jòvenes travestis.

El tano, muy jocoso èl, las mira y dice "Epaa, que pasooo, llegaron las chicaaas".
En 5 segundos nos piden la hora. Tanteo mi celular para decirla porque soy un buen ciudadano.
El tano se me anticipa y la dice èl.

4 segundos despuès uno de los travas me saluda con un beso en la mejilla al que respondo de buen ciudadano que soy.
El otro trava va donde està el Tano, a 3 metros mio.

Mi trava apoya su culo contra mi pelvis y se empieza a menear, me toca la verga.
Yo me rìo y le digo que ya fue, que listo. Miro para adelante y veo las tetas del que estaba con el Tano.

Esta secuencia durò aproximadamente 35 segundos cuando por fin la que estaba conmigo le dice a la otra "vamos, jenny, dale".

Al doblar por Cabrera rememorando el suceso transexual tanteo la billetera y la tengo. Nunca pensè hasta ahora que podìa ser vìctima de un choreo tan fugaz.

Bien, me hicieron el celular. Ese travesti es un maestro del afano veloz y yo fui de una ingenuidad preocupante.

Tenìa varias certezas.
La venganza Armenia puede ser tremenda y en distintas formas casi diabòlicas.
Estuve pensando esa noche lo ingenuo que fuì, lo elemental, lo pensaba antes y en funciòn de como salieron ciertas cosas. La vida me bañò el cerebro de antimadurez.
Ese celular no era para mì.

Algo me està pidiendo que cierre las puertas y me vaya a la torre. A resfrescarme con solvencia interior. Con ese mundo donde las cosas parecen ciertas aùn cuando haga frìo.
La calle es la calle y està tan pesada como siempre, a los boludos se los zarpa, no hay otra, asì es esto, asì es Buenos Aires, la inseguridad la llevamos adentro, no viene de afuera. No existe tal cosa. Existe tal otra. La realidad.
Eso que no ves en las pàginas de internet, eso que no sale en las revistas de arte moderno.

Tomamos la ùlima cerveza y el quinto paty del fin de semana. A cada sorbo pensaba lo idiota que fui.
Los muchachos me consolaban. El Tano diciendome que què garròn Goma lo que te pasò, una boludez. Y el Croata que me jodìa.

El sueño de una crònica sagaz era tal vez la ùnica tranquilidad que me quedaba por abrazar esa noche, una noche confusa e innecesaria, como tantas otras.