El Presidente volviò cansado a su casa. Habìa dejado atràs la ùltima semana de tunneo del Edificio antes de la vuelta de los Gomitas a los claustros.
Para colmo le quedaban apenas 3 horas de sueño y mañana el fatal encuentro de "nuevas tendencias educativas" que organizaba Macri y todos los milicos de amarillo.
Sabìa que ir habìa que ir, que Rumy lo iba a pasar a despertar con medialunas y el cafè que sòlo sus trigeñas manos saben preparar, sabìa que tenìa una tuca para la mañana y otra para ahora, para tomar el tè y leer alguna parte de la revista que lee siempre y que aùn no terminò de leer.
Pero la simple idea de ver a Mauricio y todos los ñoños snobs que educan gente en esta Capital era suficiente pedorrea anticipada.
Es como cuando chupàs mucho una noche y por la mañana te tomàs el cafè màs negro que pudiste hacer. Vos ya sabès que te vas a tirar una gran baterìa de pedos. Y asì y todo le dàs duro al brebaje negro.
Se leyò la nota del pròcer que vuelve de la montaña para cantar nuevas canciones folk pero con un estilo criollo. Dejò la droga y ahora piensa en positivo. Es un verdadero ejemplo para los jòvenes.
Al escoger la tuca, como un flash instantàneo, Benicio del Toro mirando la conferencia de policias en el hotel de Las Vegas y diciendo "¿de què mierda hablan? no se parecen a cucarachas", y se respondiò a si mismo lo mismo. Las tucas no parecen cucarachas, es un razonamiento propio de una mente extraviada.
Fumò, lavò sus dientes y con buen aturdimiento dijo adios, frente al espejo, como frente a una infinita revelaciòn calavera.
Los sueños de 3 horas son dificles de recordar, al punto que uno ya duda si es posible acceder al soñar con tan poco tiempo para depositar el cerebro en la almohada, conciliarse y descanzar.
Cuando el celular vibrò por quinta vez y El Presidente logrò la incorporaciòn de su cuerpo (por lo menos a medias) se escuchò el caminar de Rumy por el pasillo y el lìmpido sonido del timbre.
Tomaron cafè y comieron las medialunas. Se hablò poco, Rumy ensayò dos o tres veces algun intento de charla pero no hubo eco en su interlocutor. Apenas algunas palabras, respuestas cortas y concizas, como las que da El Presidente cuando aùn no està de ànimo para hablar.
El lugar donde Mauricio organizò la conferencia, que en realidad resultò ser un salòn con bancos de escuela distribuidos en el perìmetro de un cuadrado donde la gente se paseaba degustando unos mediocres sanguches de miga y todos sentados luego para tener discusiones cruzadas sobre temas menores, no es ni màs ni menos que el Hospital Pasteur.
El veterinario del Parque Centenario.
Me parece de muy mal gusto, realmente.
Fueron llegando en comitivas de 2 o 3 personas distintas y numerosas entidades educativas no-oficiales. Todos se preguntaban ìntimamente si este tipo no estarà pensando en privatizar todas las escuelas pùblicas o algo asì. Si los traìa ahì para darles algùn suero mortal de esos que se usan para matar perros malos. Si era para bendecir la educaciòn snob y darle un grito a la opiniòn pùblica, "Hola soy Mauricio y estaria bueno educarnos como en el futuro".
El Presidente no desentonaba necesariamente con la onda de los demàs invitados. Rumy sì.
Fue tratada como una màs, pese a ser paraguaya.
Fueron exponiendo uno a uno los representantes de cada establecimiento educativo.
El sobre dònde invitaban a esta Noble Asociaciòn Civil a participar manifestaba expresamente la total confidencialidad de este encuentro y la severa multa que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires impondrìa a aquellas instituciones que por algùn motivo den luz a este suceso extraordinario del Hospital Pasteur. Para eso nos pagaban una coima que por supuesto aceptamos.
Sin embargo, por el compromiso que tenemos con el lector de Caja de Goma, ofrecemos esta disertaciòn plagada de NN. Omitiremos toda traiciòn posible al compromiso inmoral que asumimos.
El Presidente, al llegar su turno, comenzò a disertar sobre los pormenores del programa educativo que aquì se ofrece, fue muy gracioso cuando recordò viejas anècdotas de los viejos años locos (y muy sincero tambièn), algo sombrìo al hablar de su opiniòn sobre la violencia de la humanidad y la total pèrdida del sentido de lo romantico en estos años, y muy esperanzador al confiar que para èl, en un futuro solo calculable por èl, algunas cosas iban a ordenarse de un modo ameno y de justicia, por fin, para que las almas puedan descanzar y quererse (en refugio de la velocidad y la gula).
En ese momento notò que La Directora siempre corrìa la cara cuando èl la miraba. Como si fuera siempre hasta recièn. Ellos se conocen hace tiempo.
Estos detalles deben ser obviados ahora por eso que ya saben que hicimos.
En esa tibia represiòn habìa un momento para la luz. Eso lo podemos decir sin temor.
Rumy notò que hoy El Presidente se estaba esforzando como nunca para parecer brillante, veraz, hermoso y sincero. Le sirviò 2 veces bebida y asentìa convencida ante cada vitoreo de su amado.
Nadie aplaudiò la oratoria de nadie, se sucedieron.
Al llegar el turno de La Directora comenzò a hablar pausado pero convincentemente. Ella es muy seria y muy bonita, tiene el truco de que no parece apoyarse en sus tetas. Frunce el ceño al hablar, como buscando en su cerebro cada justa expresiòn. Como si todo lo que decìa estuviese cargado de una profundidad insoslayable, todo, lo imporante y lo coloquial.
Un sentimiento irresistible y encantador de fràgilidad.
Durante algùn tiempo El Presidente la oyò sosteniendo su cabeza con las manos, como un nene viendo teatro. Creyò escucharla hablar de algunas cosas que èl mismo habìa dicho recièn, pero dichas distinto, con ese toque femenino que le diò miedo al que escribiò la Biblia, con ese poder sensible tan elevado que solo poseen las mujeres cuando se expresan y luego sonrìen levemente, tan elevado que casi es imposible para la rudeza sencilla de un varòn.
Tal vez todo lo que ella dijo en ese momento fue el invento propio de la fantasìa que estaba experimentando. La revelaciòn final de algo profundo y anticuado.
Mauricio nunca apareciò, todos hablaron y algunos hicieron algunas preguntas cruzadas sobre temas menores. Estaba claro que todos estabamos ahi porque el soborno era bueno y justo, ideal de cara al ciclo lectivo que se nos viene.
Mientras comìan los sanguchitos de miga y bebìan 7up El Presidente intentò zafar de la marca personal de Rumy y fue como un lobo a buscar a su vieja ìdola personal. Fue infranqueable, de nuevo, rodeada de sus asistentes todo el tiempo, no hubo ni una chance.
Se acabò la joda, nadie explicò nada de porquè en el Pasteur. No hubo panfleto informativo como en la Afa, no hubo un "te llamo despuès y vemos", nada. La sensaciòn que muchos tenìan en sus rostros era màs bien que la gente que està de amarillo empujando la màquina estatal de esta ciudad son una manga de idiotas que desperdician su poca inventiva en proyectos de mierda, gastando mal el dinero y con un vacìo ideològico tan peligroso que parece estar dispuesto a pagar con oro cualquier gorra.
Porque segùn ciertas personas, el fin justifica los medios.
Esto va Off the record.
El Presidente y Rumy se fueron sin hablar con nadie y sin hablar entre ellos. Cada uno para su casa, se dijeron adiòs. Ella quizo decirle algunas cosas. Que la olvide, que la olvide y que la olvide. Pero como siempre, no le dijo nada. Lo dejò ir a fumar su ùltima tuca y a lamentarse un poco o tal vez embriagarse de nuevo para no lamentarse. Rumy es asì.
El Presidente destapò el tuquero y viò que lo que salìa sì se parecìa a una cucaracha.
Y tuvo un momento casi religioso. Breve pero intenso.
Tomò algunos tragos de vino y dejò que el sol se caiga. Mientras recordaba los buenos viejos tiempos y las cosas que hizo bien y las que hizo mal, repasaba vagamente la reuniòn y a dònde irìan a parar estos pesos que El Estado nos regalò, fue dejando llegar la siesta que tan merecida se tenìa.
Esta vez fueron varias horas y hubo tiempo para soñar.
Soñò que todo lo que estaba diciendo era cierto y en algùn lugar él confiaba tan ciegamente en lo que estaba proponiendo que podìa esperar toda la vida si fuera necesario (aunque en los sueños una cosa como "toda la vida" sea nomàs una frase), lo sentìa fuerte y profundo, verìdico e irreprochable. Durmiò tanto que despuès se encontrò con una pesadilla dulce e intensa donde èl le daba toda su sangre a una vampira que se la tomaba y lo miraba siempre torcido pero siempre al costado y era tal la combinaciòn de miedo y sensualidad que cuando èl pudo abrir la ventana para que entre el sol y por fin la queme no hizo nada. Se quedò esperando que ella se lo coma. Y ella no se lo comìa, le decìa donde poner los acentos, ella volaba y volaba por la habitaciòn y leìa todo lo que èl iba escribiendo y todo se transformaba raudamente en un Hospital Veterinario donde de dìa matan gatos y de noche Macri le dà plata a los snobs para que organicen cosas.
Si usted leyò hasta acà y nos demandan, pagarà como buen corrupto que es.
27.8.09
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5 comments:
Me solidarizo con Rumy, condenada a luchar contra los fantasmas del pasado.
Y lo de hacerlo en el Pasteur, quizás sea porque se debía tomar un producto base, y calentarlo hasta que dejara de ser nocivo.
Rumy es la esperanza del amor constante y pulcor, el verdadero y el que soporta la lluvia, estoicamente.
Un producto de Base...mmm...de que hablàs? Paco?
eternos son los que nunca mueren... jaa! gracias por su ternura.
yo tb lo recuerdo.
abrazo!
'muchas gracias por la flores..' extracto de un gran tema como Vicente.
Si bien, respeto su deseo y lo veo adecuado, creo que el debate lo tiene que generar el autor, asuma la responsabilidad y pida a caballo que sus gomitas se lo van a agradecer..
por qué te pelaste?
rati
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